Los Parques Nacionales y las e-bikes ¿enfrentados?
Por dónde rodar con tu e-bike y por dónde NO en el Parque Nacional de la Sierra de Guarrama.
Madrid y Segovia, aparte de tradición castellana, comparten el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Está situado en la parte oriental del Sistema Central y se extiende por las cumbres de la Sierra que le da apellido. Ocupa una superficie de casi 34.000 hectáreas (64% de la Comunidad de Madrid y 36% de Segovia, en la Comunidad de Castilla y León).
El Parque tiene siete años ya y costó mucho esfuerzo declararlo como tal, su proximidad con una ciudad de la entidad y tamaño de Madrid generó históricamente numerosos intereses en torno suyo. Creo no equivocarme si afirmo que soy uno de los periodistas que más ha escrito para que algún día se consiguiese; crecí en sus alrededores y he empleado muchas horas de mi vida en recorrerlo, ya sea a pie o en las diferentes bicicletas de montaña que he tenido. No fueron pocas tampoco las jornadas reivindicativas que pasé en su seno.
En los últimos años, para quienes como escribo, hicimos nuestras estas montañas aún antes de que fueran prestigiadas con la mayor «condecoración» que puede ostentar un espacio natural en España, hemos tenido sentimientos encontrados por cómo se ha desarrollado la necesaria regulación de las actividades que hoy pueden hacerse dentro del mismo.
Y esos sentimientos tienen que ver con qué puede hacerse o no dentro del Parque Nacional. Porque se hace lo que indica el llamado Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG). Y en concreto, ¿qué nos permite hacer a los ciclistas de montaña y en concreto a los ebikers, quienes llevamos bicicletas eléctricas con asistencia al pedaleo?:
«A efectos de aplicación del presente PRUG se entiende por ciclismo en cualquiera de sus modalidades, la actividad deportiva y recreativa que consiste en hacer uso de una bicicleta (…) La práctica del ciclismo se considera compatible en el ámbito del PRUG únicamente en los caminos recogidos en el Anexo IV Cartografía de viales aptos para el tránsito en bicicleta y en las carreteras asfaltadas abiertas al tráfico de vehículos, salvo en lo que respecta al tránsito de acceso a fincas privadas derivado del derecho de propiedad. No obstante, se permite la circulación de bicicletas eléctricas de pedaleo asistido con potencia del motor no superior a 250W por los mismos viales recogidos en el citado Anexo IV».
Los gestores del Parque indican que se podrán incorporar al tránsito de bicicletas otros tramos de viales no recogidos inicialmente siempre que se pueda asegurar que
«no se producirán conflictos entre usos o fenómenos erosivos apreciables».
Del mismo modo,
«por motivos justificados de conservación, seguridad de los usuarios o compatibilidad con otros usos, la Administración gestora podrá restringir el tránsito de bicicletas en otros tramos de viales actualmente considerados ciclables».
Eso por lo que respecta a cuando salimos solos porque también hay normas para los grupos de ciclistas.
En las consideradas Zonas de Reserva no se permite rodar. En las denominadas Zonas de Uso Restringido tipo A el tránsito de grupos de menos de 15 ciclistas será libre, estando sometido a Declaración responsable en caso de grupos mayores.
La declaración responsable es un documento administrativo que el promotor de una ruta con varias personas o clientes, en su caso, debe cumplimentar y presentar en la Administración del parque haciéndose responsable de los daños que pueda causar el grupo y comprometiéndose a realizar la actividad de acuerdo a las normas establecidas por el parque.
Si entráis en ese enlace que os ponemos podéis ver la cartografía del PRUG, que se definen por colores. Las zonas de reserva son las marcadas en color rosa; las zonas de uso restringido A, B y C están marcadas en colores verde oscuro, verde intermedio y verde claro.
En el resto del ámbito del PRUG, el tránsito de grupos de menos de 25 ciclistas será libre, estando sometido a la citada declaración responsable.
Y ¿qué ocurre con los que nos gusta ir de flor en flor como las abejas y combinar diferentes recorridos o perdernos a la aventura sin saber bien dónde nos encontramos (cuando no estamos realmente «perdidos»)? En caso de itinerarios que transiten por diferentes tipos de zonas, se atenderá a la regulación de la zona más restrictiva. Eso explica la normativa del Parque.
Quienes no cumplan con lo que indica el PRUG, podrán ser denunciados por la Guardería Forestal o el Seprona a la Consejería de Medio Ambiente, que será el órgano competente para aplicar la sanción correspondiente, según sea leve, grave o muy grave.
