Como explica Pinel:
«Todo depende de las comunidades pero aquí nos dejan abrir caminos que se han ido quedando cerrados (previo aviso a las autoridades) y normalmente no ponen impedimentos»
En el Maresme existen un par de parques naturales protegidos y precisamente, gracias a muchos ciclistas, se limpian esos caminos favoreciendo su protección contra incendios.

Equipo de aficionados Wolf Team Bikers del Maresme.

Colindante a Malgrat de Mar está Blanes, que pertenece a Girona y que forma parte de muchas rutas para e-bikes por la comarca de La Selva. También se puede ir por carreteras secundarias bordeando la Costa Brava y disfrutar de toda la belleza del resto de pueblos de origen pesquero que a su vez tienen una montaña muy exigente. Prueba de ello es que en la zona se hace una carrera mítica organizada por el Club Ciclista Blanda Espartans: La Espartana.

Se trata de una prueba competitiva muy dura por lo técnica que es y que vale la pena hacer porque transcurre por los mejores senderos de Blanes, Lloret y Tossa de Mar. Eso por lo que respecta a los caminos que se hacen «subiendo» geográficamente el mapa peninsular. Porque también está el otro lado, dirección sur hacia Barcelona capital.

Entonces nos encontramos el siguiente pueblo a Malgrat que es Santa Susanna donde se realiza una de las pruebas del la Copa Catalana de BTT internacional. A continuación y en la misma dirección, viene Pineda de Mar que acoge la primera de las etapas del Campeonato de Cataluña de Enduro: Pineda Rocs. Bikers de todo el mundo se concentran ese día para participar en ella.

Y a todo esto, nuestro anfitrión, Ernesto, volvió a cogerle el gusto a las carreras. En 2018, sumando ya cuatro décadas de vida se compró una e-bike, la Giant Trance E+ SX1 Pro y a las dos semanas estaba en una carrera por el Parque Nacional del Montseny.

«Como no se machacan tanto las articulaciones y la musculatura (que no quiere decir que no se haga ejercicio con la eléctrica, más bien todo lo contrario) me permitió volver a la competición», explica Pinel.

Desde hace tiempo nuestro compañero está en un equipo ciclista. Su filosofía está muy clara y es la esencia pura del MTB: Pasarlo bien, disfrutar con la bici con la naturaleza y hacerlo en compañía de otros con los que confraternizar e intercambiar experiencias.

Quien habla es Lady Di osea Diana Prieto que siente su apodo hasta tal punto que lo lleva serigrafiado en la bicicleta:

«Vamos a muchas carreras dentro y fuera de Cataluña y somos muy conocidos por las poblaciones. Tenemos nuestro perfil de Instagram, Wolfteam_bikers y en esa red solemos colgar fotos y vídeos de nuestros entrenos y nuestras salidas».

La escena del Maresme es como una familia de amigos y a las competiciones, algunas de las cuales son específicas para e-bikes, que es algo que en Cataluña está bastante desarrollado,  acuden juntos.

«Volver a la competición me renovó mentalmente. Me llena porque soy muy competitivo y me encanta estar lo más alto posible de la clasificación, de ahí que entrene prácticamente a diario en la montaña y más ahora que he adquirido la joya de la corona: Una Rocky Mountain Powerplay, mi ‘arma definitiva'», concluye Ernesto.

Ernesto Pinel, con su Giant Trance E+ SX1 Pro, en el Salt de L’aigua, Sot de L’Aram (Pineda de Mar).

En Malgrat existen pruebas que vale la pena mencionar como son las dos y seis horas de Resistencia Malgrat que te ponen al límite de tus fuerzas en dos de los bosques que hay dentro de la población. El clima es muy lluvioso y húmedo, ello unido a que, por lo general, se goza de una temperatura muy agradable provoca que los bosques sean frondosos. Como argumenta Gustavo Novo, al que llaman el Presi:

«Disfrutamos como niños atravesando rieras y rodando por el barro y encima no tenemos que preocuparnos de a qué hora vamos a salir porque haya altas temperaturas, lo que es una bendición».

Cuando hace frío para salir con la bici te abrigas pero con calor elevado a pleno sol, como ocurre en verano en tantas partes… no tienes mucho que hacer. Y como no todo es entrenar, no hay nada mejor que tomar unas cervecitas y tapas con los compañeros de ruta, sean de nuestro equipo u otro o no pertenezcan a ninguno. Lo que tienen claro los bikers de la zona es:

«Que todos somos una gran familia y tan solo rivales en carrera, aunque si tenemos que auxiliarnos en lo que sea, dejamos de lado la competición ya que antes de ningún premio están las personas», sentencia el «vicepresidente» del equipo, César Burgos.

La escena de Malgrat tiene la suerte de contar con tiendas y clubs que promueven mucho el ciclismo, como la citada Catbike o M.R.T. que patrocinan con regularidad eventos ciclistas y ofrecen todo el servicio técnico. Son tiendas de pueblo pero que cuentan con grandes profesionales y con lo mejor del mercado en material.

Y ¿dónde hacer la recuperación o recovery que le dicen los más pros? Existen multitud de garitos pues tratamos sobre poblaciones costeras turísticas. Los más frecuentados son El Tribeca en Palafolls (otro pueblo cerca del citado, hacia el interior y en el que suelen acabar muchas rutas), El Patio de Malgrat, Restaurante El Vilar en Blanes y si quieres hacerlo en medio de la montaña disfrutando de la paz y naturaleza, tienes el Restaurant Sant Martí, donde puedes degustar unas carnes a la brasa que te dejarán como nuevo para hacer la vuelta a tope de energía.