Endurama es un fin de semana de bicicleta con los amigos, enmascarado en una carrera

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Sergio Zurdo, director de Endurama: «Endurama es un fin de semana de bicicleta con los amigos, enmascarado en una carrera».

Nuestro entrevistado es el promotor principal de uno de los eventos deportivos de enduro con más raigambre en nuestro país, Endurama. Una serie de carreras que se disputan durante un fin de semana cuatro veces al año y en comarcas diferentes. «Zurdo» como se le conoce en la «escena» lo define así: «Endurama es un fin de semana de bicicleta con los amigos, enmascarado en una carrera». En Magazine e-mtBike le entrevistamos para que nos cuente los pormenores del proyecto.

-Lo primero presentarte, ¿de dónde eres y cuántos años tienes, dónde resides?

Hola a todos. Tengo 44 años, soy madrileño de nacimiento, abulense de adopción y de nuevo madrileño por amor.

-¿Cuales son tus primeros recuerdos con una bici, siempre te han gustado?

Uff, tengo recuerdos de bici desde que era un pequeñajo. Mis abuelos tuvieron una casa en Cercedilla, en la sierra de Madrid, una zona con gran influencia en la moto de campo y más tarde en la bici. De pequeño siempre andaba trasteando con mi Rabasa Derbi roja y más tarde con la Torrot.

Hubo un equipo o club de aficionados al trial que promocionó Alfa, una histórica tienda de motos de Cercedilla y siempre lamentaré no haber tenido la valentía de haberme acercado allí con mis padres o mis abuelos y haber aprendido a hacer trial, me flipa ver a la gente que hace esa magia con la bici.

Luego con el tiempo, los estudios me tuvieron un poco apartado de la «escena». A pesar de ello, competí con más pena que gloria en en varias pruebas del mítico circuito Coronas, cuna del mountain bike nacional. En mi época universitaria me, mi chica que me veía aburrido los veranos (en los inviernos estaba todo el día en la nieve) me dijo una palabras de las que de vez en cuando se lamenta…»pero… ¿a ti no te gustaban las bicis? ¿Por qué no compramos una?». Y la lió jeje.

-¿Cuándo y cómo surgió la idea de crear Endurama y por qué?

Bueno, el concepto inicial era un poco utópico. Fíjate la que está cayendo ahora en la Sierra de Guadarrama con la creación del Parque Nacional. Me encantan las carreras en formato «Trans» y en la época en la que empezamos con la idea de Endurama, la Transavoie era lo más, me hubiera encantado hacer esa carrera, competir. La idea de una carrera por etapas la desarrollamos en los años 2017 y 2018, con la SunRace, una competición de cuatro días en el entorno de Málaga.

Sergio Zurdo.

Con toda la ilusión y la ignorancia del mundo, dijimos ¿por qué no hacemos una TransGuadarrama? Endu-Enduro, Rama-Guadarrama, de ahí el nombre de Endurama.

Madre mía en la que nos queríamos meter, si aquello antes era complicado, ahora es literalmente imposible. ¡Qué ingenuos fuimos! pues el planteamiento era empezar por algo «supuestamente más sencillo».

-¿Cual fue la primera carrera de Endurama?

Empezamos en Arenas de San Pedro. Un circuito brutal, pero hicimos una mala elección de la empresa de cronometrado.

Eso se juntó con nuestra inexperiencia, fue algo que no sé cómo se nos ocurrió continuar. A pesar de contar con una gran ayuda por parte de Xandru e Iván, referencias entonces con Endurastur y que sin duda eran los tipos más expertos organizando carreras de enduro y a los cuales les agradezco desde aquí su ayuda. Seis años más tarde y con tantas horas de experiencia, aún las noches antes de los eventos me cuesta dormir.

-¿Endurama recibe muchas trabas?

Después del no nacimiento de aquel formato de carrera por etapas, quisimos hacer un Open con pruebas en la zona centro. Aunque ahora mismo la zona centro está imposible. Hemos tenido negativas de mil tipos, en lugares que teóricamente no existen limitaciones a practicar nuestro deporte. Nos han puesto multas en sitio en los que curiosamente con posterioridad se ha permitido realizar pruebas similares.

El mayor problema es Medio Ambiente, la situación literalmente es de acojone con ellos. Hasta que no tenemos su permiso no sacamos inscripciones. Con las corporaciones locales, normalmente hay una buena predisposición. Aunque existen otras en que la situación es lamentable.

Te pongo un ejemplo sin citar la localidad. Hay un pueblo en el que hemos estado dos años intentando realizar la prueba, con auténtico apoyo de parte de un grupo de gente de allí. Pero el Consistorio ni nos atendió. No entendemos, ¿para quién trabajan? ¿Para sus conciudadanos? ¡Que vamos a llevar gente a que se gaste el dinero en tu pueblo alcalde!

La trastienda de Endurama mucha gente no la ve y algunas veces tengo la sensación que no se aprecia o se sabe valorar. Pero ahora el proyecto está bastante consolidado, el aficionado nos conoce y valora positivamente nuestro trabajo.

-Puedo imaginarme qué pueblo es ese. ¿Soléis tener ayudas, de qué tipo?

Las ayudas fundamentalmente son en material, conseguimos algún patrocinio económico, cosa que agradecemos y alabamos la confianza de las empresa en nuestro proyecto. Pero ni de lejos cubre todo el coste económico que supone la prueba.

Voy en persona a cada sede un mínimo de dos o tres veces antes de la prueba, con una estancia media de otros dos o tres días más la semana de competición. Eso supone muchos gastos que prefiero no entrar a valorar, porque si lo hiciera, concluiría que es inviable en lo económico.

En los últimos años, por fin hemos conseguido que locales nos ayuden con la carrera, ellos obtienen una promoción de la zona y su empresa con la carrera y a nosotros nos descargan de trabajo y de gastos económicos. Si esto fuera una empresa, llevaría cerrado cinco años.

-¿Qué representa una iniciativa así -has citado algo antes- para las comarcas donde vais?

Buena pregunta, creemos que es una iniciativa genial para enclaves en los cuales «la España vaciada» es cada vez más real.

Hay que tener en cuenta que los eventos que realizamos no se desarrollan en el Paseo de la Castellana de Madrid, sino que son pueblitos, muchos de ellos con un gran problema de despoblación y por ende de ingresos.

El que acudamos a una comarca no sólo implica un fin de semana de afluencia con una media de unas 500 personas entre acompañantes y participantes, sino una «puesta en el mapa» del lugar.

Existen zonas en las que casi hay más gente antes y después de la prueba que durante. La gente desconoce el lugar y gracias a Endurama empieza a preguntarse el motivo de porqué hemos realizado un evento en tal o cual sitio.

Creo que nuestra iniciativa excelente para la promoción turística y por ende deportiva de la
zona que nos acoge.

-Endurama triunfa por su buena organización ¿cual es la clave para ello?

No creas, aun vemos mil fallos pero la verdad es que hemos ido mejorando. Nos falla poder disponer de más medios, da mucha rabia tener que estar pidiendo favores porque nos gustaría agradecer a la gente de otra manera. Intentamos mejorar cada día. Creo que tras seis años y más de 40 carreras vamos encontrando la linea. ¡Ya era hora! jeje.

-¿Cómo describirías el ambiente que se vive, tanto en la organización como entre los participantes?

Es lo mejor, el buen ambiente es el motivo principal de hacer Endurama y practicar este deporte. Tengo amigos que he conocido gracias a Endurama. Me encantan todos los prolegómenos de una prueba, lo que más odio es la semana de la carrera, pero meses antes estoy encantado diseñando el recorrido y viendo opciones.

Hemos intentando darle nuestro toque, creo que el 90% de los participantes van a disfrutar de la carrera y sólo un 10% a ganarla. Intentamos que todos los participantes se lo pasen bien; dar competición a los que buscan ganar y diversión a los que quieren disfrutar.

-¿Qué novedades tenéis pensadas para próximos eventos, os está pasando factura el coronavirus?

Este año a nivel competitivo está complicado, hemos tenido que mover una carrera en Villanueva del Rosario que iba a celebrarse el 5 de abril al 8 de noviembre y la de Granada del 10 de Mayo aun no tenemos decidido qué hacer, si anularla, cambiar su fecha o qué.

Este año introdujimos las categorías en e-bike y la única prueba que hicimos funcionó fenomenal, con más participantes de lo acostumbrado y un buen número de chicas, de lo cual nos alegramos un montón. Vamos a ver cómo evoluciona todo. Esta crisis sanitaria la va a continuar una económica y esperemos que no sea social.

Mis pensamientos están en que toda esta pesadilla acabe, es como un sueño, no parece real. También mandar un mensaje de condolencias a todos aquellos que hayan perdido un ser querido en estos momentos. Son tiempos muy duros.

-¿Combinas el llevar la organización con la competición o ya es demasiado eso?

No creas, lo intento. Obviamente, no compito en Endurama, es imposible. Pero intento acudir a un par de pruebas al año. Soy una causa perdida, todos los años me prometo algún tipo de entrenamiento, empiezo bien, pero en cuanto comienza la temporada de Endurama es literalmente imposible.

Admiro a la gente que se levanta a las 5:30h, va a trabajar, tiene tres hijos y hace unos tiempazos en sus pruebas deportivas. Pero yo no puedo compatibilizarlo. O quizás no sé. Entonces pierdo 2 o 3 meses que luego enlazo con alguna carrera que me pone en mi sitio y digo «vaya paquete que estoy hecho…tengo que entrenar«. Y otra vez a empezar jeje.

-Sois pioneros en plantear categoría de bicicletas eléctricas en pruebas de enduro en este caso (hace ya cinco años) ¿por qué y qué acogida o resultados ha tenido?

-Pues sí, hace cinco años empezamos con las e-bikes, incluso creamos una de fat bikes pensando que esa modalidad tendría más recorrido, pero la verdad es que fue muy efímero. Hubo un participante en e-bike durante los dos primeros años que obviamente ganó todo. Cuando subía al podium: Está claro que no tengo rival.

Hace dos años empezamos a ver un cambio de tendencia y el año pasado ya fue masivo. Por ello planteamos poner categorías dentro de la modalidad de e-bike para darle más interés competitivo. En la primera y última carrera hasta ahora en 2020 hubo casi 50 participantes en bicicleta eléctrica, casi el 25% del total de corredores. Sin duda va a más.

-También sois los primeros en trabajar para que hubiese una carrera de e-bikes en el circuito UCI (Unión Ciclista Internacional), el año pasado en Granada. ¿Cómo fue la experiencia y qué futuro ves para las competiciones de e-bikes?

Contactaron con nosotros los organizadores del Open de Italia de E-bike. Llevan cuatro años ya haciéndolo. Tienen maneras de hacer las cosas distintas, además se juntó con el desconocimiento de la UCI hacia el enduro y las e-bikes y sumando ambas cosas, el resultado fue que Endurama tenía más experiencia en todo esto que los seis jueces que vinieron.

Llegó un juez desde Israel, que sería el presidente en nuestra prueba y a la postre presidente de jueces en Mont Sant Aine, sede del I campeonato del mundo de E-bike y que iba literalmente a aprender. Por lo que lidiar con todo esto más la parte organizativa fue cuanto menos «curioso». Contamos con una ayuda impagable de Mondraker, nos apoyó desde el primer momento
y gracias a ellos y a la tienda local Bikes Point fue posible.

-¿Cómo ves el ámbito de las e-bikes hoy, siguen habiendo los prejuicios de hace unos años o ya el MTB va acogiendo con normalidad al e-biker?

Sigue habiendo prejuicios. Las redes sociales son un bar de juicios baratos sin coste. Pero en términos generales cada vez se va introduciendo y aceptando más. Todos los cambios en el ser humano son, en general, difíciles de aceptar. Si encima le añades un cambio por el cual, sientes un grado de superioridad o diferencial sobre la costumbre, la gente tiende a denostarlo. Eso es lo que nos ha pasado con la bicis eléctricas.

Yo no lo veo así. Creo que tiene un mercado, muy interesante e importante por cierto, al cual otros practicantes no van o no quieren llegar. No veo a Egan Bernal o Chris Froome con una e-bike haciendo enduro, igual que no veo a mi padre con una bicicleta de carretera. Tienen un público, con esto no quiero encasillar, ni mucho menos.

Mi chica no saldría conmigo si no fuera con una bicicleta eléctrica, pero muchos de los que compiten en e-bike en Endurama hacen un tiempos que ya me gustaría hacer a mí. Y tienen una forma física y entrenan mucho más que otros «atmosféricos». La bici eléctrica ha venido para quedarse.

-En ciertos ámbitos se nota aún el espíritu del MTB de antaño ¿crees que con las e-bikes sigue siendo así o ves todo más previsible quizá?

Yo no veo ghetos en las carrera de Endurama, me encanta ver a la gente el sábado entrenando juntos, gente de e-bikes, con «atmosféricas», corredores que el domingo se van a batir frente al crono, echándose una mano a pasar una zona técnica y explicando cómo lo haría uno o cómo lo haría otro. El «rollito» del enduro en lineas generales es fantástico. ¡Y que siga así!

-¿Cuales crees que serán las evoluciones del mercado e-bike?

Uff, no soy fabricante y veo los modelos cuando ya están en el mercado. ¿Opinión personal? Lo obvio, batería más ligeras, algo tipo las nuevas líneas de la Specialized SL o la Lapierre Overbolt pero con más batería. Dobles suspensiones sin duda, no concibo las eléctricas rígidas, salvo para ciudad.

Creo que el perfil se ha definido claramente: doble suspensión, mínimo 130 mm de recorrido, geometrías cómodas para pasar tiempo y atreverse a la montaña en toda su extensión
(pista, senderos, subir, bajar…).

Ahora, las evoluciones en componentes irán a la par con las de bicicletas sin motor (suspensiones, periféricos…) y el desarrollo propio irá en motores más eficientes energéticamente hablando, baterías con más capacidad y más pequeñas.

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