Trampas para ciclistas
Haters, odiadores profesionales de campo, peligrosos animales a los que quienes acudimos a las montañas a disfrutar con nuestras bicis nos enfrentamos. En Asturias no es el oso, en Zamora no es el lobo, no es la víbora aspid del Pirineo o un perro malencarado en cualquier parte. Los auténticos animales caminan a dos patas y odian a quienes se mueven sobre dos ruedas. No tienen respeto ni compasión por sus víctimas y ya han causado daños en las persona irreparables. Son quienes ponen trampas en el monte a los ciclistas.
Hace unos días un periódico castellano manchego daba la penúltima (por desgracia no será la última) noticia. Alguien había colocado alambre de espino cruzando un sendero y en otra senda clavos de un tamaño considerable para agujerear las ruedas o romper las llantas de cualquier bicicleta sin problemas.
La Guardia Civil de Albacete lo explicó así:
Hay gente maligna y sin escrúpulos que coloca trampas para ciclistas en sendas y caminos, con el objetivo de hacer daño y causar serias lesiones. Si te topas una de estas trampas, llámanos al 062 y señaliza la zona para evitar que otros ciclistas caigan en ellas. pic.twitter.com/Z1tzp06ab8
— Guardia Civil Albacete (@guardiacivil_ab) May 10, 2020
Maligna: Que tiende a hacer daño y desea el mal de otras personas
Así son los «haters monteses», las peores alimañas. En la zona del monte Naranco en Asturias una valla metálica en medio de un camino de bajada incomoda a los ciclistas. En teoría la ha colocado el propietario de una finca que no quiere que pasemos por ahí. Es lo más suave que puede ocurrirte, si frenas a tiempo no sufrirás «una experiencia metálica».
Pero hay otras situaciones peligrosas. Lo cuentan los bikers de la zona. Las sendas aparecen habitualmente llenas de obstáculos que impiden su paso. Árboles cortados, piedras y placas para disimular baches son los más utilizados son las sorpresitas que algunos descerebrados regalan a quien ose hacer no que no les gusta.
Galicia es una de las zonas de España donde se ha denunciado la presencia de trampas en el monte con más frecuencia de la deseada. En 2014, un ciclista de Vigo de 38 años de edad quedó inválido tras chocar con un enorme piedra colocada en el punto de caída justo después de una rampa de salto de una popular bajada en la zona de montes de Valadares, una ruta transitada por cientos de ciclistas.
Y luego está Diego, el ciclista que se quedó parapléjico al caer en una trampa camuflada por cuatro «amigos del bosque». El deportista vigués impactó contra una gran piedra colocada en el punto de caída después de una rampa de salto. Los acusados fueron cuatro miembros de la comunidad de montes, amigos de la naturaleza que trabajaban por la conservación del bosque. Diego posee secuelas irreversibles.
Agentes del Seprona de la Guardia Civil desarticularon también tres trampas de clavos localizadas en un monte la localidad de Gondomar, en la provincia gallega de Pontevedra. Estaban compuestas por una plancha horizontal con clavos de tamaño considerable en su parte superior y dos enormes vástagos metálicos en la inferior a modo de anclaje para el suelo.
El máximo rigor del Código Penal. Esta es la filosofía con la que la Fiscalía de Pontevedra ha encarado la cada vez más habitual presencia de trampas en montes gallegos. El fiscal jefe, Juan Carlos Aladro, cree que merecen no solo el mayor de los reproches, sino también el mayor de los castigos por las consecuencias que pueden tener para las víctimas.
Advirtió de que la colocación de estos obstáculos, en determinados casos concretos, podría derivar en imputaciones de delitos vinculados con el homicidio doloso o, incluso, el asesinato, ya fuera en grado de tentativa o consumado según se desprendiese de las pruebas recabadas.
¿Ciclistas especie cinegética? Nos están cazando, también en Madrid:
Las distintas prohibiciones en la Sierra de Guadarrama nos han hecho mucho daño, hay sectores en los que estamos mal vistos y de ahí a la criminalización y la caza del ciclista montañés hay un paso. En fin, a la espera que estos hechos sean investigados a fondo y apartados del circulación sus responsables, si encontráis una de estas trampas llamad al 062 y sin tocar nada para no destruir pruebas señalizadla para que nadie más caiga. Seguiremos informando.