Las carreras de enduro e-bikes desde dentro
Las carreras enganchan a muchos ciclistas de montaña y cada vez a más e-bikers, toda vez que cada año aumenta el número de eventos. Lo comprobamos con el organizador de Endurama y entrevistamos sobre ello al director de la Trans-Nomad. Queremos saber cómo es uno de estos eventos por dentro y lo hacemos de la mano de un corredor, José María Sanguino, que tiene experiencia en ello desde hace muchos años y ahora lleva dos con las competiciones de e-bikes.
«Mi primera carrera -cuenta este biker- fue un enduro de moto en Cebreros (Ávila), allá por el año 1996. Recuerdo que llevé la moto en un Volvo familiar de mi padre. Iba metida en el maletero conmigo incluido, la rueda desmontada y ¡el maletero abierto! Al volver se derramó la gasolina y tuvimos que regresar, en el mes de febrero, con las ventanillas bajadas todo el camino y medio mareados por el olor a gasolina al que acompañó el frío».
La primera competición de Sanguino, ya con bicicleta, fue la Epic Enduro la Adrada. Allí descubrió el mundo de la bici y sus carreras. Con sus cosas buenas y malas. Por ejemplo, una de ellas, que hace falta entrenar, sí, aunque conduzcas una e-bike:
«Al competir en la categoría E-bikes pensé: ‘No necesito ni entrenar’. Cuál fue la sorpresa en una especial que al cortarse la asistencia del motor, como es preceptivo, al alcanzar 25km/h, ¡pufff, menudo bajón! Tenía que arrastrar pedaleando a saco 24 kg de bici. Así me di cuenta que para correr con garantías de estar en posiciones delanteras tienes que estar fuerte para mover lo mucho que pesa una bici eléctrica«.
Las carreras también son recuerdos, la adrenalina se dispara con la tensión y hace que recordemos de manera intensa muchos acontecimientos. Para José María, una competición que le resultó épica fue una que se desarrolló en 2016, el EnduroFunFestival de la Pinilla. Anunciaban temporal de frío y lluvia durante el fin de semana, pero no se suspendió:
«Se confirmaron los pronósticos y comenzó a llover sin parar el sábado por la tarde y no dejó de caer agua fuerte hasta el final de la carrera. Me enfundé mi traje de agua de mensajero de moto y ¡a la pista! Quedé primero en categoría Máster 30, por delante de personas con más nivel, pero cuando hay barro barro, en terreno inclinado y con curveteo es lo que mejor se me da. Disfruté muchísimo a pesar de las malas condiciones».
No se le da mal la cosa a Sanguino. Consigue buenos resultados pese a que, como comentamos más arriba, en categoría E-bike sólo lleva dos años participando. En ese tiempo ha logrado varias victorias, en Enduro Extreme la Adrada, Endurama Ponferrada y varios podiums más.
Os estaréis preguntando ¿cómo funciona el tema de los patrocinadores para la gente que compite? En general, en el ámbito de la competición existe la queja de que no existen el suficiente aporte económico por las empresas pudientes. En buena medida es así pero como indica rider:
«Es cierto, pero también hay que tener en cuenta que la gente hace pretemporada, entrena una o dos horas la día, se prepara físicamente, en fin dedica un montón de tiempo a sí mismo y a la bici y no se ocupa ni media hora en buscar patrocinadores. Es mejor quejarse».
Él comenta que si se busca primero entre los conocidos, con un buen dossier, con fotografías de calidad y teniendo cierto palmarés, además de imprimirle ganas, tiempo y fuerza
«algo consigues. No para vivir, pero sí para alguna inscripción o pago de algunos gastos de federación o de material».
La industria de la bici, asegura, apenas dará algo de material (olvídate de dinero) pero fuera del mundo de la bicicleta también puede haber recursos económicos: el bar de tu pueblo, la ferretería, el taller de coches, etc. ¡Sin desdeñar a las empresas grandes! En resumen:
«Dedicar tiempo a entrenar lo mismo que a preparar la temporada y en esto incluyo el dinero que necesitaremos».
Lo comenta alguien que ha tenido patrocinios. Un año le financió la marca de ropa y complementos 100% y el fabricante de bicis Niner de bicis a través de TOP-FUN.
«Fue bonito -argumenta- porque me motivó bastante para dar un poquito más de mí».
En la actualidad, le ayuda la tienda Golpe de pedal de Moralzarzal.
«Si tengo algún problema con la e-bike se dejan la piel para que esté sin bici el menor tiempo posible con buenos precios y un trato ejemplar. Lo bueno es que está en un sitio espectacular para la bici de enduro».
En las carreras, existen dos grupos claramente diferenciados. Por un lado están esos entre cinco y diez pilotos que van a por el podio y luego existe un grupo mayoritario de ciclistas que van a conocer un sitio nuevo, que está marcado ex profeso, limpio y por ello muy seguro. A él suelen acudir con sus amigos y aprovechan la coyuntura para disfrutar de la bici «sin que les miren mal por ir por el monte, que es lo ideal», explica nuestro contertulio.
«Todos nos lo pasamos bien, unos más por no tener presión y otros por esa pizca de pimienta que da la adrenalina de querer ganar. Yo animo a todo el mundo a participar: Nuevos parajes, marcados, limpios, más seguros y sin ser mal vistos por hacer algo que nos encanta. ¿Qué más se puede pedir?».
Participar en las competiciones cuesta dinero, hay que pagar por la inscripción. José María, nos da su visión sobre lo que puede mejorarse en estos eventos. «Con lo que dan de servicio y lo que cuesta llevar una carrera adelante, entiendo que no pueda ser más barato. Quizá la Federación de Ciclismo sí debería ser más económica, apoyando a todas las especialidades, mediando para que no nos prohíban competir en los montes«.
Las pruebas cronometradas suelen celebrarse los fines de semana. Una de las cosas que apunta este ganador es que los trazados de los circuitos «deberían ser secretos hasta el viernes antes de la carrera. Así se igualaría bastante la misma pues quien hace reconocimientos de la misma adquiere ventaja». Y cita el ejemplo de Jorge uno de los organizadores de La Adrada Extreme, del Club Bike Madrid,
«que no dice nada del recorrido, ni a los de su propio club ¡casi hasta cuando va a empezar la competición!».
Otro aspecto es que algunos usuarios utilizan los tramos el fin de semana de la carrera sin pagar inscripción. Vaya, que se aprovechan del trabajo de los organizadores de manera gratuita. Con respecto al tema e-bike, Sanguino cree que hay que desarrollar una normativa universal, que las condiciones sean iguales para todos.
Y que haya buena información sobre esa normativa. También que se pongan controles de watios (las eléctricas no pueden llevar motores de más de 250W) y de velocidad pues la corriente que asiste ha de cortarse a los 25/Km. Una idea es hacer un puerto USB universal en todas las bicis para que el juez de carrera pueda ver ciertos parámetros y comprobar si alguien lleva la e-bike deslimitada.
Al parecer aún hoy existen prejuicios en el ámbito del ciclismo de montaña con respecto a los e-bikers:
«Entre el resto de ciclistas hay quienes nos miran con recelo, decirles que me compré la e-bike por carecer ya de tiempo para montar. Apenas podía hacer dos o tres bajadas y rutas cercanas a mi casa. Después no tenía fuerzas para trabajar. la e-bike me permite montar una hora e irme a casa con una sonrisa en la cara y poder darlo todo con la familia e incluso trabajar bien después. Yo lo llamo ‘conciliacion familiar con la bici’«.
El futuro de las e-bikes es el presente. Nos encanta encontrarnos gente con 50 o 60 años que habían perdido la ilusión porque ya no podían salir con la moto y no tenían la forma física suficiente para montar en bici:
«Sí, les ves de nuevo en el monte, disfrutando y respetando la naturaleza. Lo único que podría frenar el auge de las e-bikes son los gobiernos e instituciones con sus restricciones y prohibiciones, matriculaciones, impuestos, seguros, etc». afirma este corredor.
El trabajo en la e-bike es muy aeróbico, le comentamos, nunca paras porque si no das pedales se para la bicicleta. Y él concluye:
«Las rutas de enduro se convierten en trail o all mountain, no paras tanto, subes y bajas continuamente».