Yamaha YPJ-YZ: hija del sol motero
E-bikes hijas de la moto japonesa: Yamaha, Honda, Kawasaki.
Los míticos fabricantes de motos japoneses también producen bicicletas, algunos no todos claro. En el ámbito de las e-bikes quizá algunos menos, sólo Kawasaki y Yamaha presentan una línea de bicis eléctricas de mountainbike. Pero a pesar de llevar los colores de guerra de «Kawa» la e-bike de esta marca lleva un motor Shimano Steps 8000, también nipón y de buena cosecha pero no es de cultivo propio.
Yamaha, sin embargo, lleva años produciendo motores para e-bikes y son bien conocidos por los aficionados, con buenos resultados en cuanto a fiabilidad, consumo y calidad general. Pero siempre han sido montados por otras marcas, como el caso de Giant, Lapierre o Haibike entre otras.
Durante este año de 2020, Yamaha lanzará su próxima línea de e-bikes de Mtb con un modelo para Trail/Enduro la Yamaha YPJ-YZ, pero no es una novedad revolucionaria… Si tenemos que recurrir a algo «revolucionario» que venga del lejano Oriente lo haríamos con el prototipo de Honda RN 01 G-Cross de 2004 (ya ha llovido y ya, sabemos que no es una e-bike como a vosotros os gustaría pero por entonces ni soñábamos con lo que iba a venir). Esa bici aportaba múltiples y creativas innovaciones como sabréis algunos y podéis ver en la imagen. ¡Con ella Greg Minnar ganaba mundiales de DH!
Eso aparatoso que veis en el pedalier no es un motor sino una innovadora caja de cambios de la que poco se supo.
La Honda debió costar un ojo de la cara producirla y el proyecto se quedó en eso, en proyecto. No trascendió. Yamaha también hizo un modelo de descenso en 1998, bonita y con horquilla invertida de moto.
Pero después dejó las bicis aparcadas por un tiempo hasta que sacó hace un tiempo esta bicicleta eléctrica que os mostramos aquí abajo. No es una bicicleta digna de la marca de los tres diapasones pues brilla por su discreción.
Menos mal que ahora parece que va a subir el listón con la nueva Yamaha YPJ-YZ 2020, ya que durante un tiempo Yamaha se centró en las motos de motocross y enduro que le salieron y les siguen saliendo muy bien. Yamaha sacó al mercado en 1998 una moto que revolucionó el panorama de las motos de Enduro y que todos los aficionados queríamos tener, fue la WR400 con un potente y fiable motor de 4T que fue un éxito de ventas instantáneo.
De estos mimbres vienen esta novedosa bici que han presentado, la Yamaha YPJ-YZ 2020. La Y de Yamaha, PJ del nuevo motor y el apellido YZ de las míticas motos de cross que siguen cosechando éxito en los mundiales. La marca de los tres diapasones, de la mano de Stefan Everts, consiguió seis coronas consecutivas de los diez mundiales de motocross que sumó el holandés del nº 111… pero eso es otra historia, vamos a centrarnos en el bicicletón que nos ha traído hasta aquí.
Yo pondría mucho hincapié en la horquilla ya que los usuarios de e-bikes que hemos compartido afición con las motos, siempre nos ha chocado que los fabricantes de bicis eléctricas no pusieran las horquillas invertidas en sus máquinas (sólo existe, que sepamos, la RockShox RS1 de cross country y algún proyecto artesanal).
Detalle de la horquilla invertida.
La batería se situa anclada entre dos barras de aluminio que componen el tubo diagonal.
Casi todas las motos de enduro que se precien, desde finales de los años 90 del siglo pasado llevan horquillas invertidas, que consiguen una mayor rigidez al tener las botellas arriba y las barras abajo, cosa que esta bici parece que va a instaurar y si no al tiempo.
El motor Yamaha PW-X2 con cinco modos de asistencia que van de ecológico, el que menos energía consume, a «extra power». La potencia que ofrece es 80Nm, alta aunque no la que más en el ámbito e-bike. La batería es de 500 Wh y aquí si que tiene un trabajo por hacer la casa pues las bicis de gama alta de cualquier fabricante que se precie ya llevan de 625 Wh para arriba.
El cuadro es de aluminio y la suspensión trasera Fox Float X2 que va alojado en un tubo que en realidad esta compuesto por dos barras, como ocurre con la batería. Es una bici pues enfocada al enduro por la robustez de su planteamiento, por sus medidas y por los recorridos de las suspensiones que, por cierto, el fabricante de manera incomprensible no especifica (serán en torno a 160mm de recorrido tanto delante como atrás).
