«Trailbuilders»: Los que cuidan de los caminos

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Hace unas semanas publicamos un reportaje titulado De Vía Verde a puro enduro en el Valle del Ambroz. Está centrado en la localidad de Hervás (he de declarar mi «conflicto de interés» y es que tengo mi casa allí). Al leerlo en el grupo de Whatsapp extremeño en el que estoy, algunos bikers me hicieron llegar comentarios referidos a la importancia de reconocer el trabajo de quienes cuidan los caminos.

Unas veces lo hacen rescatándolos del olvido y otras limpiando los senderos conocidos y más transitados para disfrute no solo propio sino de todos. Esta es su historia, aquí va nuestro reconocimiento.

La historia del éxito del Endurama que se celebró en junio de 2019 en la bella localidad de Hervás, norte de Extremadura, tuvo su base, además de en el buen trabajo de la organización pero hubo otro trabajo que casi nadie vio sin el cual no hubiera sido posible desarrollar el evento. Quien más sabe de ello es David Canyadell Hernández, también conocido como Dervi. Trabaja como mecánico en la tienda de bicis Gr100 Plasencia y soy uno de los «trailbuilders» locales de Hervás que hicieron posible la carrera de Endurama Hervás.

«Todo empezó hace ya seis años, cuando yo, aún estaba estudiando en Asturias. Vi que en el Facebook del campeonato Extremeño de enduro buscaban nuevas sedes para hacer un buen campeonato en la provincia de Cáceres, de modo que me puse en contacto con ellos para ofrecerles nuestra zona que tiene un grandísimo potencial».

Los caminos con el tiempo se deterioran (cuando no intervienen malintencionados en su obstaculización).

En concreto, Dervi contactó con Manuel Plaza, encargado de la sección de enduro de la Federación Extremeña de Ciclismo, organizador de campeonatos y dueño de la tienda de bicicletas CSR en Trujillo.

Entre los dos, comenzaron los trámites para realizar la carrera en Hervás.

«Nos resultó muy difícil primero porque yo aún vivía en Asturias y Manuel en Trujillo y también por el desinterés y pasotismo total por parte del ayuntamiento de Hervás.

Tras dos años sólo conseguimos una reunión con la alcaldesa para ofrecerles el evento. En esa entrevista (a la que la alcaldesa llegó media hora tarde), nos dieron innumerables largas y nos despacharon rápidamente, sin apenas darnos la oportunidad de explicarnos».

Como era de esperar, la carrera no pudo llevarse a cabo. Al año siguiente, al ver que Endurama organizó con tanto éxito la carrera de Montánchez, al sur de Cáceres, se le ocurrió ofrecerles Hervás como posible sede para el próximo calendario, para que el prestigio que tiene Endurama, ayudase a que les tomasen algo más en serio en el ayuntamiento:

«Quedé con Zurdo -creador de Endurama (a quien entrevistamos en el último enlace que he puesto)- para enseñarles la zona y aunque no pudo ser en bici, debido a la lluvia, le gustó la idea por la belleza del entorno. Cuando unos fines de semana más tarde acudieron de nuevo a probar los senderos sobre la bici, quedaron enamorados«.

Rápidamente acordaron seguir adelante con el proyecto. Dervi y su cuadrilla de amigos y apasionados por la bici de montaña, se encargarían de todo lo que es trabajo de campo: diseñar el recorrido del evento, limpiar los senderos, marcajes, organización de voluntarios, etc. Y Zurdo se ocuparía del tema burocrático debido a su experiencia: papeleo, permisos, reuniones, publicidad, patrocinio, así como un poco de ayuda en marcajes y limpieza de senderos:

«La primera ayuda que recibimos fue por parte de Longinos, el antiguo jefe de la policía local de Hervás. Se involucró y puso más interés en la carrera que el Ayuntamiento entero. Organizó las cuadrillas del Consistorio para abrir los senderos del recorrido de la carrera y eliminar la densa maleza».

El problema es que esta tarea se realizó en enero y la carrera estaba prevista para junio, con lo cual en primavera, la vegetación crecería desmesuradamente y volvería a cerrar los caminos.

Además, el ayuntamiento sólo elimina la maleza con desbrozadora.

Pero para poder disfrutar de los senderos con seguridad, son precisas muchas más labores, como tratamiento de curvas, reconstrucción de muros que se derrumban a ambos lados del sendero, eliminar peligrosos tocones o ramas y árboles que caen en medio del camino, eliminar hojas que puedan tapar rocas traicioneras para mejorar la visibilidad, rellenar agujeros y demás.

Todo esto respetando el camino original y las plantas protegidas y con previo permiso del Ayuntamiento por supuesto. Gracias a un equipo de trailbuilders como Iván Sánchez Garrido, Aníbal, Carlos Hurtado, Quique, Luis Medina (Chewy), Javi Andrés Cano (Córdoba), José Manuel (Cano), Dani Meló, Makuni, Justi, Cutipi, Xarpi, Javier Elola, Riki Trancon y demás voluntarios, fue posible.

En Hervás son muy populares los senderos de la carrera por supuesto, Endurama y el trabajo de estos voluntarios «los colocó en el mapa».

Y también es muy conocida la pista Heidi o la vía verde -antigua vía de ferrocarril-:

«Hay más que no son conocidos, espero que algún día tengamos permiso y apoyo suficiente por parte del Ayuntamiento para la creación de un centro BTT para que todos podamos disfrutar de ellos».

Todos los caminos sobre los que estamos tratando son tradicionales, hay tal cantidad de ellos que no es necesario abrir nuevos para la práctica de nuestro deporte. Si se recuperasen todos el éxito podría compararse al de Zona Zero en Aínsa, tan conocido en el mundillo del MTB.

Los usos tradicionales como la ganadería trashumante, ayudaban a mantener los senderos limpios. Abrir antiguos senderos y cuidarlos beneficia a muchos usuarios como senderistas, propietarios de fincas que ven mejorado su acceso a las mismas, corredores de montaña, aficionados a recolectar setas, castañas o espárragos, prevención de incendios o combatir la erosión provocada por el agua.

La responsabilidad del mantenimiento de los senderos, en teoría recae sobre el Ayuntamiento:

«Desgraciadamente, el Consistorio limpia los senderos pensando sólo en el senderista, es decir eliminan la maleza de los senderos más conocidos pero no reconstruyen los muros que se derrumban ni retiran palos y rocas, peligrosos para el colectivo ciclista si se los encuentran de repente en un rápido descenso».

Y como hemos citado, las labores de limpieza de senderos se realizan en enero-febrero con lo cual con la llegada de la primavera los senderos vuelven a cerrarse de cara al verano. Conclusión, los senderos se limpian pero no lo suficiente, además solo se acondicionan los más populares.

No es fácil la labor de los trailbuilders. Existe cierta persecución del colectivo por parte de la Administración y las fuerzas del orden en algunos lugares del país. Parece que no gusta que los usuarios gestionen por sí mismos el mantenimiento de los caminos tradicionales. En otros lugares del país como en Asturias no es así. Los amantes del MTB locales organizan quedadas sólo para limpiar y mantener los senderos sin recibir persecución alguna.

Incluso, en países como Inglaterra existen empresas especializadas en el mantenimiento de los senderos y en evitar la erosión, algo muy incipiente aquí. Y algo peor que todo esto y que denunciamos en un reportaje hace unos días: Trampas para ciclistas. Así es, Dervi (a la derecha de esta imagen de abajo) e Iván (a la izquierda), por ejemplo, se han encontrado trampas en alguna ocasión y lo han denunciado a las autoridades.

En este buen reportaje para Canal Extremadura ilustran un tema que da verdadero miedo pues han llegado a encontrar alambre de espino colocado a la altura del cuello del biker:

Sin duda en el norte de Extremadura se echa en falta más apoyo al colectivo ciclista.

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