Covid-19: Oportunidad histórica para el fomento de la bicicleta
Es un signo claro de los tiempos, ¿señales de humo en el horizonte que anuncian nuestra salida a los montes? El Ayuntamiento de Madrid reabrirá BiciMAD el próximo miércoles, 22 de abril. El conocido servicio de bicis eléctricas para moverse por Madrid lleva más de un mes cerrado por Covid-19. Así que los «biciLocos» podrán montar sus cabalgaduras sorteando coches, por suerte aún pocos por las restricciones del Estado de Alerta que siguen vigentes. Pero no sólo de esto trata este artículo.
Poco a poco observamos los brotes verdes que crecen en el asfalto, la vida va recuperándose, por suerte. La libertad se abre paso con naturalidad. De momento parece que sólo en la ciudad pero piensa que los caminos montaraces están esperándonos. Y que serán diferentes, nos depararán algunas sorpresas pues durante todo este tiempo sólo han sido utilizados por la fauna salvaje y la maleza (qué bello nombre para sentenciar la injusticia de asociar la naturaleza con algo «malo») ¿verdad?
Quizá esta sea una de las muchas enseñanzas que nos deje esta pandemia que nunca olvidaremos, que en el ámbito natural podemos convivir todos.
Las citadas señales de humo nos anuncian también que por fin los ciclistas de dejaremos de sufrir insultos de conciudadanos poco o mal informados que durante estos días no entienden (o no aceptan) que alguien pueda coger su bicicleta para ir al trabajo o a cumplir con alguna necesidad. Esto en España es legal.
Algunos e-bikers también han sufrido la criminalización que denunciamos en estas páginas. En concreto contamos lo del médico que se desplaza de manera habitual con su e-bike al hospital en que trabaja. Están muy bien los aplausos de las 8 de la tarde pero mayor coherencia sería bienvenida.
En Bélgica y otros países acosados por la epidemia y también civilizados como el nuestro, por ejemplo, puede hacerse ejercicio con cierto control. Esto los energúmenos tampoco lo entiende, ni en Bélgica donde se advirtió de la agresión a un corredor profesional durante una salida para entrenar.
La vuelta a la actividad, la ciclista también, debiera procurarse desde una reflexión que evite errores precedentes. La bicicleta era y es un medio de transporte seguro y eficaz:
«Una aliada para dar respuesta a todos estos retos y garantizar el cumplimiento de las medidas de autoprotección frente a contagios», como explican desde Con Bici, la coordinadora en defensa de la bici.
La bicicleta puede ser un vehículo de transporte utilizado por la mayor parte de la población. Es hora de habilitar de manera urgente las infraestructuras y herramientas oportunas para el desplazamiento de la población en bicicleta. Es una oportunidad histórica.
El uso de la bici es además un factor que incrementa la salud pública. No sólo por el evidente beneficio individual de montar con regularidad en bicicleta. También es un modo de garantizar la protección la salud de la comunidad y existen investigaciones que están demostrando que la población residente en ciudades más contaminadas tiene un mayor riesgo de contagio del coronavirus.
¿Ha podido jugar la contaminación un papel destacado en el impacto de la epidemia? La ciudades con más habitantes y contaminadas padecen más la pandemia. Un estudio provisional centrado en las principales áreas metropolitanas de Estados Unidos lo sugiere. Una mayor concentración de partículas en la atmósfera de una ciudad cualquiera estaría relacionada con una mayor letalidad por Covid-19.
¿Por qué? En ese enlace de Xataca lo explican bien; por las características del Covid-19:
«Se trata de una enfermedad respiratoria cuya gravedad varía en función de la edad del paciente y de sus condiciones preexistentes. Las partículas y otras impurezas del aire derivadas de la contaminación tienen un impacto directo en el deterioro de nuestro sistema respiratorio. Regiones altamente contaminadas, así, serían más vulnerables al virus«.
La movilidad consistente en la utilización de vehículos impulsados por motores a combustión es una de las principales causas de contaminación. Muy al contrario, el uso generalizado de la bicicleta como medio de transporte contribuye a mantener bajos los niveles de contaminación atmosférica.
Así que ya lo sabéis, ir en bici al trabajo es legal. Usad vuestra e-bike sin miedo ni complejos, tendréis más salud vosotros, estaréis protegiéndoos del coronavirus y además ayudando a que los demás también estén protegidos.
El largo período de confinamiento ha de llevarnos a fomentar la movilidad activa, la bicicleta. La salud física y mental de la población mejorará. ¡Autocuídemonos!
Ahh! y claro, estamos así construyendo un mundo mejor, que como escribía al principio es el gran reto. El virus nos advierte: Puede que no haya muchas más oportunidades porque con nosotros metidos en casa, de manera paradójica, el planeta, la naturaleza, está mejor.